El término chakra viene del sánscrito (lengua clásica de la India) que significa rueda. Son nuestros centros energéticos y existen siete principales, distribuidos a lo largo de la columna vertebral, que juntos forman la columna del cuerpo sutil, mejor conocida como Sushumna Nadi. Esta columna del cuerpo energético está conectada con la columna física a través de la médula espinal. A su vez, los chakras se van conectando unos con otros gracias a los Nadis o canales energéticos.
La palabra “nadi” viene del sánscrito que significa tubo o arteria y forman, junto con los chakras, el sistema energético no material. A través de este, circula la información emocional y el prana o energía vital. Una de las formas en las que nuestro cuerpo absorbe esta energía vital es gracias a nuestra respiración. Cuando la respiración es deficiente, claramente nos sentimos más cansados de lo normal, nuestras emociones se encuentran en un vaivén difícil de controlar, estamos más susceptibles a reaccionar de manera exagerada ante cualquier evento, no podemos pensar con claridad, no podemos tener un sueño reparador, incrementan el estrés y la ansiedad.
Es por esta razón que se hace énfasis en la respiración cuando practicamos yoga y mindfulness, ya que, si permitimos que el prana deje de circular correctamente, desequilibramos nuestro cuerpo energético y las emociones se ven cada vez más afectadas.
Cada chakra trabaja una emoción diferente y al activarlos de diferentes formas, una de ellas la disciplina del yoga, funcionan como una herramienta de sanación para continuar en el camino de conectar cuerpo, mente y alma.